La princesa Leonor se encuentra en Salvador de Bahía. En las próximas horas, la hija mayor de los Reyes dejará su primer destino en América en Elcano para poner rumbo a Uruguay. En una formación militar en La Armada que llevará a la joven a pasar por distintos puntos geográficos como Chile o Colombia para culminar con Estados Unidos, más concretamente Nueva York, el próximo mes de julio. Y es que desde que comenzara su aventura en el buque-escuela desde Casa Real han ido compartiendo varios vídeos e imágenes de su paso por el barco y ha llamado especialmente la atención lo integrada que está la princesa con sus compañeros y en sus labores.
Subida al mástil, limpieza de la cubierta o el uso del material necesario de la mar son algunas de las cosas que, por el momento, Leonor ya tiene controladas y puede presumir. Además, está combinando estos conocimientos con, en su tiempo libre, rodearse de un buen nutrido grupo de compañeros que ya se han convertido en amigos, como podemos ver cada vez que llega a puerto, con quienes comparte confidencias, y a la hora de conocer las ciudades en las que desembarcan. Y es que es algo de lo que ya le había avisado su padre; su experiencia en Elcano, al igual que le sucedió a él y a su abuelo, iba a ser maravillosa.
Los moratones de la princesa Leonor en su piel
Aunque eso sí, eso no quita que esta formación militar, en la que lleva sumergida algo más de un año, esté siendo de lo más exigente. Y es que las maniobras que llevó a cabo en San Gregorio, durante su etapa en la Academia General Militar, no fueron nada fáciles. Al igual que tampoco lo es la poco flexible rutina que lleva a cabo en Elcano. Y es que, también, a nivel físico está siendo de lo más retador, como podemos ver en su piel. Cuando Leonor hizo sus primeras paradas en Canarias, los medios de comunicación no pasamos por alto un pequeño detalle; tenía varias cardenales en la zona de sus brazos. Y es que, en su última parada en Brasil, también ha sido la prensa brasileña la que se ha preocupado por estos moratones, que ocupan esta misma parte de su cuerpo.
Y es que no hay que olvidar que, en su día a día, los guardiamarinas tienen que lidiar con cabos, palos y mástiles que pueden rozar fuertemente su piel y producir estas marcas moradas que, sin duda, están siendo una realidad para la princesa. Y no solamente eso. Pasar tanto tiempo en un barco también puede producir otros contratiempos de salud, como ya explicamos en THE OBJECTIVE, que puede hacer que la persona, en sus primeros momentos, pueda notar cierto mareo, somnolencia o malestar. Algo que parece que está ya totalmente superado por la princesa. Y es que esos moratones que luce Leonor son complicados de ocultar, sobre todo teniendo en cuenta que los destinos que le quedan por delante son especialmente calurosos y tendrá que lucir su uniforme de verano que implica la manga corta.
La principal causa
Y parece ser que la princesa no ha podido evitar esos golpes, ya que, en la anterior parada, en Gran Canaria, sí que tenía alguno por los brazos pero, ahora, luce más cantidad. Ha sido el diario Caras el que ha puesto en alerta de este extremo. «Ha llamado la atención por sus múltiples moratones. Preocupa por estos golpes y que se lastime en altamar», han escrito. Además, han querido resaltar que «las tareas de navegación pueden producir múltiples golpes y caídas que luego se convierten en moratones». Y es que esto es algo de lo que ya han hablado las personas que han estado abordo del Juan Sebastián Elcano. «Desde el punto de vista físico, están sometidos a un esfuerzo permanente, ya que, al intenso horario lectivo, han de añadir las guardias que montan en el buque, de día o de noche», concretaron en Mujer Hoy.
Por el momento es muy probable que veamos esos esfuerzos que está haciendo la princesa impresos en su piel. Pero, también, Leonor no ha dejado de lucir la sonrisa de la que ya presumió en su partida desde Cádiz. Y es que parece ser que la joven estaba especialmente comprometida con estos meses en el buque, que no tienen que ser para todo el mundo fáciles, sobre todo teniendo en cuenta que tendrá que estar hasta el mes de julio teniendo el contacto justo con su familia. Algo que como demostró la propia reina Letizia van a echar de menos.